viernes, 18 de enero de 2019

¿TE HAS PARADO A PENSAR LO IMPORTANTES QUE SON LOS GORRIONES?


Hace pocas semanas recibí un e-mail que me escribía un gorrión. La verdad que sí que me impactó. Hoy, te la transcribo, porque quiero que tomes consciencia de cómo las pequeñas cosas sí que cambian el mundo.
Para bien, si hacemos algo distinto y favorable. Pero para mal si lo que hacemos es perjudicial, por pequeño que sea. Otro día hablaré del tema de las abejas que es escalofriante, pero hoy quiero ser la voz (o las letras) de los gorriones.
Aquí va:
Hola Susi
Puede que te sorprenda hoy recibir el email de un gorrión, lo sé, no es lo normal. Sin embargo, la preocupante situación por la que pasamos los gorriones comunes, me ha llenado de fuerza y de destreza para ponerme frente al teclado y empezar a escribir. Es Navidad y sé que a ti te importamos, tenía que hacerlo. 
Como presentación bastará decir que somos una humilde especie hasta ahora muy abundante en las ciudades y pueblos. Somos una de las especies más ligadas al ser humano y, a pesar de ello (o justo por ello), estamos sufriendo un serio declive. Hoy hay 9 millones menos de gorriones que hace 20 años.
Quizás alguien considere que, siendo pájaros, no somos interlocutores válidos para reclamar nuestro derecho a existir, pero conviene recordar que a los gorriones siempre se nos ha tenido en alta consideración. Nuestra capacidad de influencia se remonta a los celtas, para quienes éramos sagrados.
Por eso, también nos sentimos en la obligación de preveniros: nuestro declive es una señal de que la sociedad en su conjunto está en riesgo. Palabra de Gorrión. Siempre nos hemos adaptado a vuestra forma de vida pero es que ahora el entorno se ha hecho invivible: sufrimos el abandono del campo y el deterioro de las ciudades. 
Susi, vosotros, los humanos, y nosotros, los gorriones, tenemos derecho a vivir e incluso a vivir mejor. Y el medio ambiente forma parte de vuestra solución y de la nuestra. En la
comunidad de gorriones tenemos un montón de propuestas que podrían mejorar las cosas y nos encantaría que algún día pudieráis escucharlas (sabemos que algunas personas están cerca de descifrar nuestro chirr-r-r-r habitual). 
En SEO/BirdLife trabajan intensamente para identificar las amenazas y causas de mortalidad de todas las aves y para asegurar nuestra conservación en adecuadas condiciones. Ellos nos ayudan y, por eso, creo que apoyar su trabajo es una manera de evitar nuestra desaparición.
Yo solo soy un gorrión común escribiendo en nombre de mi comunidad de gorriones, pero hoy, que es Navidad, me atrevo a pedirte que nos hagas a todos un regalo haciéndote socio de SEO/BirdLife. Con tu aportación no solo nos ayudarás a sobrevivir, sino también ayudarás a proteger vuestro entorno. 
Aquí te dejo un enlace donde puedes hacerte socio https://seoactua.org/haztesocio
Atentamente,
Un gorrión común



Hemos de tomar consciencia de que somos nosotros, cada persona que habita el planeta, quienes lo transformamos. O bien en un lugar apacible, donde la vida puede existir y perpetuarse, o bien (esto es lo que estamos haciendo) acabar con todos los recursos sin pensar en las siguientes generaciones. Si tienes hijos o hijas ¿qué mundo vas a darles en herencia? ¿Uno donde no puedan vivir ni ser felices? Y si no tienes hijos, seguramente tendrás sobrinos o hijos e hijas de verdaderas amistades... ¿es ese panorama el que deseas de verdad que estén obligados a vivir?
Ahora estamos a tiempo, haz algo, hoy. Hazte socio de alguna organización que se dedique a resolver los gravísimos problemas que toda la humanidad está provocando. Pero no solo eso: reflexiona sobre cuál es tu impacto en el ecosistema. Revisa lo que haces y detecta lo que puedes cambiar para mejorar ese impacto ecológico. Toma decisiones, deja de usar el plástico todo lo que puedas. Recicla al máximo, Exige a las autoridades que cumplan los protocolos de reciclaje. Infórmate. Lee, estudia, aprende. Deja de despilfarrar en tu vida. Compra lo que desees pero solamente la cantidad que vayas a utilizar. Deja de tirar cosas y dales otro provecho, para ti o para otros... Las posibilidades de que tú realmente estés haciendo algo para mejorar el estado de las cosas, son enormes.
Requieren de esfuerzo, dedicación, energía, dinero, visión y perspectiva... pero dime ¿qué cosa en la vida no requiere exactamente del mismo planteamiento? Pues nada, porque vivir cuesta esfuerzo y energía y dinero, siempre.
Haz que 2019 sea un año en el que tú, cuentes de verdad al mejorar el mundo.
Deja comentarios de tus propósitos, dime algo, unidos siempre, pero siempre, conseguimos mucho más que separados...


viernes, 11 de enero de 2019

MARIE KONDO, LA GURÚ DEL ORDEN

COMO ES ARRIBA, ES ABAJO
Metafísica, de CONNY MENDEZ

Una de las cosas más difíciles de lograr, y la que es más vital para el desarrollo de la vida, es la armonía. Que aspectos opuestos, avancen y retrocedan hasta crear una zona común donde convivir en paz. Porque la armonía es imprescindible para la paz en el corazón. El cese de los juicios, las censuras, las críticas. La benevolencia significa precisamente esto: ausencia de críticas. Para dejar de juzgar, hay que aceptar que los demás tienen derecho, al igual que nosotros, a vivir y experimentar la vida como deseen. El límite es hacer daño a otro ser vivo para conseguir experimentar lo que yo deseo, esto no es apropiado hacerlo porque socavas y destruyes su libertad en aras de la tuya...





Hace años vi una serie documental en alguna cadena, que trataba de casas de acumuladores, que guardaban almacenes y cobertizos, llenos hasta los topes de cosas y cosas, muchas de ellas rotas y viejas. El que hacía la intervención, era un hombre, procuraba que la persona que tenía este problema de acumular comprendiera que estaba siguiendo un impulso que no controlaba y que repercutía perjudicialmente en su familia y en su casa. Nunca había visto tantas cajas juntas, tantos trastos, tanto de todo. Acumulado e inservible ya que en esa casa no se usaba lo que estaba guardado.
En estos casos de acumulación sí que es saludable un cambio, un sanar ese impulso compensatorio para que la persona pueda reclamar el afecto que necesita, en lugar de comprar mil cosas y dejarlas tiradas.

Pero si no hay este problema de fondo, cada casa, cada familia y cada persona, puede crear esta armonía entre ellos y las cosas, para que sea sana y satisfactoria, como le de la gana.
Si no quiere ocuparse de limpiar y no quiere tener nada en su casa -lo llaman minimalismo- pues estupendo. Es su casa y lo respeto. Si otra persona tiene tantísimos recuerdos de toda su vida y de sus viajes y lo quiere tener todo a la vista, estupendo. Es su casa y puede vivir como más le apetezca. También lo respeto.

Marie Kondo debe creerse afortunada porque NETFLIX le da ese espacio en su serie documental, tal vez crea que debe tener tanta razón en hacer llorar a las personas con las que realiza la intervención. Habrá personas -muchas o pocas- que estén tan de acuerdo en poner normas (30 libros por familia) a otros, que la aplaudirán.

No he visto la serie porque no me apetece, la verdad. Nunca he tenido problema con el orden. Me he llevado muy bien con mis objetos y pertenencias, entendiendo siempre lo que quiero conservar y lo que quiero sacar de mi casa o de mi vida. Mi casa y mis pertenencias están en función de mis gustos y preferencias, de mis talentos y dones. En tu casa pasa igual. La diferencia a lo mejor -entre tú y yo- es que yo hace décadas que trabajo en mí misma, me conozco profundamente, sé lo que quiero y lo que rechazo. Pero si tú todavía no, no pasa nada: ¡empieza ahora! 

En su día, estudié y me diplomé en FENG SHUI, el arte chino milenario de la energía y los espacios, que vino a darme argumentos para constatar que mi intuición respecto de las energías y los espacios, era bastante acertada. También en su día estudié Metafísica, que como su nombre indica va más allá de la física. Conny Mendez me encantó, por su sencillez y contundencia. Resumiendo mucho, mucho, viene a contar que todo es una misma cosa o substancia, que la ilusión de separación es eso, una ilusión. Que todos formamos parte de ese todo y que cada uno de nuestros actos por pequeño que sea, impacta en el resto del mundo y de los mundos.

"Como es arriba, es abajo" significa que no hay diferencia entre tu mundo interior y tu mundo exterior. Si hay orden (armonía) dentro de ti, fuera de ti también la habrá porque tú expresas quien eres allá a donde vas. Y si es a la inversa, ese caos interno se refleja en tu exterior, por la misma razón.

En Feng Shui se dice que para crear ese orden y armonía solo es necesario comenzar por algo pequeño, un cajón, por ejemplo. Al arreglarlo y dejarlo más como te parece mejor, a ti, por dentro asimismo se "arregla" algo... más tarde ese alivio del orden, te impulsará a seguir ordenando, cajón a cajón, terminarás armonizando todos tus espacios.

Si donde vivo y cómo vivo son un reflejo de quien soy y de cómo me encuentro, ¿cómo puede venir alguien a decirme como tengo que ser o sentir?

Eso es lo que hace Marie Kondo. Y es peligroso. No por ella, porque es solo una persona, pero sí por lo que representa y esa ola de rigidez y soberbia que está exaltando el planeta entero. 



Cuando algunas personas creen que ellas poseen la sabiduría y los demás no, no pasa nada. La verdad es que todos tenemos derecho a pensar lo que queramos.

Pero, cuando esas personas se multiplican y creen que tienen derecho a imponer sus creencias, su cosmovisión, a todos los demás, esto ya no está bien. Tienen derecho a pensar lo que quieran pero no tienen derecho a hacer lo que quieran.

Y si además llegan a posiciones que les permiten impulsar leyes para castigar las visiones diferentes de la vida, entonces sí que la amenaza se ha convertido en un peligro real, que se llevará vidas por delante.

Así que aprovecha y piensa. Pero piensa de verdad, con tu capacidad cognitiva, con tu inteligencia. Cuestiona todo, no te creas nada. Averigua, explora, reflexiona. Extrae tus propias conclusiones y cree en ellas y en ti y deja que otras personas permitan que su libertad sea manipulada, pero no tú.

El mundo es como es porque nosotros, los humanos, lo creamos exactamente así. Lo que no te guste, deja de crearlo en tu pensamiento. Deja de apoyar ideas espantosas, deja de ver las noticias, deja de escuchar las quejas, el dramatismo...

Cree en ti y en lo que es bueno para ti. Y si dudas sobre lo que es bueno, pues prueba. Y piensa de nuevo, reflexiona, llega a conclusiones, actúa como te va bien a ti. 

No recomiendes esta serie, porque con ello lo que haces es decir sí a que otro piense por ti, y decida por ti. 

Enfrenta tu casa y tu orden y busca las soluciones que te vienen bien a ti. Hay personas que desean vivir en doce metros cuadrados. Les encanta. Bien. Pero si tú prefieres ochenta metros cuadrados, ¿por qué tu deseo es peor que el de esa otra persona? Tú vive como quieras y deja que otro también lo haga. Esa es la semilla de la paz, de la armonía.

Si no tienes idea de cómo organizar las diferentes habitaciones u objetos, busca algún libro sobre el orden, que hable de maneras de ordenar, no que te diga cuál de esas maneras has de usar tú.

La esclavitud no se refiere solo a comerciar con las personas de raza negra que se hizo en el pasado; ni comerciar con sustancias que matan a las personas que las consumen y que las atan irremisiblemente a la muerte adelantada. Ni tampoco al comercio de órganos, o de mujeres, o de niños y niñas... también se refiere al encadenamiento simbólico a unas ideas. Impide que ese negrero te abduzca y caigas en sus redes para no salir nunca más sano y libre. 

La tenaza que rompe esa cadena es hacerte preguntas. Cuestionarlo todo, buscar evidencias, y aún otras más, hasta que tu inteligencia y tu experiencia te ofrezcan la explicación que posee mayor libertad, mayor amor, mayor armonía.

Quédate con tus conclusiones bien trabajadas, con el producto de tu esfuerzo cognitivo y emocional. Pensamos y sentimos, a la vez. Cree en ti y en lo que sientes tú. A los demás, ¡que les den! Ni obligues a que te sigan en tus ideas ni permitas que te obliguen a seguir las suyas...